lunes, 29 de octubre de 2012

Belén Palacios fue homenajeada por el pueblo barloventeño






Agrupaciones de SNCP participaron en el homenaje. Foto: Jorge Canelón
 
 Jorge Canelón

Parranderos de Mendoza, Danzas Tacarigua, Danzas Yemaya, Grupo Elegua, Venezuela Caña y Miel, Eco de un Tambor y Danzas Panaquire entre otros, fueron las agrupaciones que se presentaron en la Plaza José Félix Ribas ubicada en la comunidad de Tapipa, municipio Acevedo, estado Miranda para rendir un homenaje a la cultora barloventeña Belén Palacios quien en vida fuera también Patrimonio Cultural del estado Miranda.

La actividad inició con una sesión solemne que contó con la presencia de la viceministra de la Cultura para el Desarrollo Humano, Saulibeth Rivas, el alcalde del municipio Acevedo Juan Aponte, cultores, cultoras, animadores y operadores del Gabinete Cultural del estado Miranda, así como miembros y representantes de consejos comunales y representantes de distintas salas de batalla social.

La Viceministra resaltó que los valores aún permanecen vivos en el pueblo venezolano. Así mismo, destacó el trabajo que viene desarrollando el Ministerio de la Cultura, a través de sus distintas plataformas y el Sistema Nacional de Culturas Populares.  
 
Belén Palacios siempre vivirá en el corazón de los mirandinos. Foto: Archivo
Honor a quien honor merece
Belén Palacios fue una cultora barloventeña que se destacó por su lucha y constante afán de preservar el “quitiplás”, impartió talleres sobre este ritmo musical a niñas, niños y jóvenes de la subregión mirandina. Sus compañeros la recuerdan como aquélla mujer que no faltaba a los encuentros; donde se escuchaban la diversidad sonora de la prima, el pujao y el entrechoque del macho y hembra de los famosos y pegajosos quitiplás ahí estaba Belén Palacios.

El trabajo que por muchos años realizó Belén Palacios fue reconocido por el presidente de la República Hugo Chávez Frías y el pueblo no sólo del estado Miranda sino de Venezuela.

El Quitiplás

Los quitiplás están hechos con tubos de bambú de entre 20 y 40 centímetros, abiertos por un extremo y por el otro cerrados por el nodo natural del bambú. Estos idiófonos - instrumento que está formados por dos partes exactamente iguales que se entrechocan- son ejecutados en el suelo por tres o cuatro músicos que golpean la parte cerrada del bambú contra el suelo a la vez que tapan y destapan el extremo abierto con la otra mano para variar su tono y timbre. El toque de los dos tubos más pequeños de la batería de quitiplás es diferente, pues estos son percutidos por un sólo ejecutante, que los golpea contra el piso y entre ellos mismos.
 
Durante muchos años Belén Palacios enseñó este ritmo a niñas, niños y jóvenes barloventeños. Foto: Archivo
 

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